Durante años ha sido el destilado nacional por esencia. Sin embargo, el pisco, ha sufrido los embates de cuanto espirituoso extranjero está de moda: una temporada el ron -su gran competidor-, otra el vodka y así sucesivamente.

Es cierto que los más patriotas se declaran piscólogos, pero no necesariamente son mayoría. Sin embargo, algo de luz hay: el pisco se ha renovado; el pisco se ha diversificado; el pisco ha mejorado. ¡Viva el pisco!

Aquel es el mensaje que busca transmitir Pisco Mal Paso, el que a primera vista se diferencia de cualquier otro similar en el mercado. Y cómo no, si está envasado en un elegante y delicado envase de vidrio que fue fabricado por Cristalerías Toro.

La presentación consiste en dos botellas dependiendo del producto: uno nuevo rectangular, de 700 cc. para su Pisco Reserva de 40°, y otro de 750 cc. para el Pisco Mal Paso Especial de 35º. Esta última cuenta con tapa de corcho, etiqueta principal, contra etiqueta, cuño en vidrio sobre etiqueta principal y faja sobre tapa. La botella se presenta al interior de un estuche de color con características similares a la etiqueta principal.

Con un diseño minimalista, que plasma a la perfección los atributos de calidad y tradición, Cristalerías Toro nuevamente se luce aportando a este producto, elaborado bajo una rigurosa destilación de vinos de variedades moscateles.

Bébalo y disfrútelo con moderación.