Tras el aumento de la demanda por productos naturales a nivel mundial en 1997, nace un jugo de alta calidad para responder a los consumidores.
No tienen endulzantes, no contienen agua ni preservantes y, aunque suene un poco extraño, duran cuatro años en su botella de vidrio de Cristalerías Toro. Esa es la gran virtud de los jugos Afe, que nació luego que la familia Yaconi Aguayo decidiera buscar una alternativa para la mitad de la producción de manzanas –su fuerte en la producción de la década del noventa- que no cumplía los estándares de calidad para exportación no se perdiera.
En esos años el mercado interno no era buena opción por su tamaño, venderle a grandes empresas tampoco. A través de un aviso de “El Mercurio”, llegaron a un empresario estadounidense que se dedicó por más 15 años a una productora de jugos naturales y luego a vender maquinaria. “Nos mostró plantas montadas en el mundo, viajamos a dos o tres de ellas y compramos el concepto inmediatamente. Nos asesoró en el tipo de equipos, el layout de la planta y a dar con el producto final: jugo de manzana” contó Jorge Yaconi, gerente general de la empresa a la revista Capital.
Con la idea en mente, y con respaldo de la empresa familiar Agrícola Forestal El Escudo, AFE, que daría el nombre al nuevo producto, las botellas comenzaron a llenar las góndolas en los supermercados. “Al leer la etiqueta de una de las botellas de Jugos Afe, es inevitable notar la simpleza del ítem ingredientes: no es ningún otro que la fruta cuyo color adorna el envase”, explica la página web de Afe.
Hoy sus expectativas son altas, el jugo consume cerca del 20% de la producción de frutas, el 40% de las ventas totales de la empresa y ya se exporta a países del Medio Oriente como Dubai. Para la empresa la clave está en la promesa que los impulsa: “lo natural (…), nos entrega nuestra materia prima y nos permite mirarles a la cara para decirles: ‘Disfruten de un producto sano, disfruten de Jugos Afe’”, destacan en su visión de la empresa.