El Departamento de Agricultura de EE.UU., (USDA) la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) reafirman que no hay pruebas creíbles de que los alimentos o los envases de alimentos estén asociados o sean una fuente probable de transmisión viral del coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo 2 (SARS-CoV-2), el virus causante del COVID-19.

 

"Los consumidores deben estar tranquilos porque seguimos creyendo, basándonos en nuestro conocimiento de la información científica fiable disponible actualmente, y con el apoyo del enorme consenso científico internacional, que es muy poco probable que los alimentos que consumen y los envases de alimentos que tocan transmitan el SARS-CoV-2", informaron a través de un comunicado de prensa.

Es especialmente importante señalar que el COVID-19 es una enfermedad respiratoria que se transmite de persona a persona, a diferencia de los virus gastrointestinales o transmitidos por los alimentos, como el norovirus y la hepatitis A, que suelen enfermar a través de alimentos contaminados.

Dado que el número de partículas del SARS-CoV-2 que teóricamente podrían captarse al tocar una superficie sería muy pequeño y la cantidad necesaria para la infección por inhalación oral sería muy alta, se considera que las posibilidades de infección por tocar la superficie de los envases de los alimentos o por comerlos son extremadamente bajas.

El USDA y la FDA comparten esta actualización basándose en la mejor información disponible de las entidades científicas de todo el mundo, incluyendo un consenso internacional continuo de que el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 a los seres humanos a través de los alimentos y los envases de alimentos es extremadamente bajo. Por ejemplo, en un informe reciente de la  Comisión Internacional de Especificaciones Microbiológicas para los Alimentos (ICMSF, por sus siglas en inglés), afirma que "A pesar de los miles de millones de comidas y envases de alimentos manejados desde el comienzo de la pandemia del COVID-19, hasta la fecha no ha habido ninguna prueba de que los alimentos, los envases de alimentos o la manipulación de alimentos sean una fuente o una vía de transmisión importante para el SARS-CoV-2 que da lugar al COVID-19".  

Además, la transmisión no se ha atribuido a productos o envases alimentarios a través de los sistemas de vigilancia nacionales e internacionales. Las operaciones de las empresas alimentarias siguen produciendo un suministro constante de alimentos seguros, siguiendo las Buenas Prácticas de Fabricación y los controles preventivos actuales, centrándose en la higiene y manteniendo la seguridad de los trabajadores.

La información implicaría que ya no sería necesario desinfectar objetos o compras de alimentos al llegar a los hogares, situación que ya era costumbre para evitar la transmisión del COVID-19. Así lo explicó la vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Infectología, Claudia Cortés, a radio Cooperativa.

“Desinfectar zapatos o los paquetes de tallarines no aporta en la disminución de la transmisión. Por lo tanto, podemos dejar de hacerlo si la hemos estado haciendo. Tampoco hay que sentirse mal -no es dañino (hacerlo)-, pero la poca energía que nos queda después de un año encerrados podemos invertirla en cosas que está demostrado que son útiles”, explicó.

Agregó que es lo importante es cumplir con las medidas útiles, como el correcto lavado de manos, uso de mascarillas y evitar las aglomeraciones. “No es necesario llegar a la casa a desinfectar los envases, los paquetes; basta con llegar y lavarse muy bien las manos”, enfatizó la también académica de la Universidad de Chile.

Fuente: FDA / CENEM