Un gran producto ha nacido en la cuna de Casa Patronales. Se trata del fino espumante Delirium, que se caracteriza por un color amarillo verdoso pálido, con pequeñas, delicadas y persistentes burbujas que forman una corona en la parte superior de la copa. De aromas minerales, pan tostado y cítricos. En boca es un vino liviano, muy fresco, donde predominan las notas a manzanas verdes, limas y frutos secos. Final persistente y jugoso.

El proceso de vinificación  de Delirium es a partir de uvas seleccionadas de viñedos propios y cosechados tempranamente y a mano durante las primeras horas del día para conservar aromas. El vino criado en sus lías por 12 meses y luego de la segunda fermentación es en botella por 12 meses más, proceso realizado totalmente a mano. Luego es embotellado en finas botellas de Cristalerías Toro.

Delirium es  ideal como aperitivo acompañando embutidos o mariscos. También puede acompañar platos frescos y delicados, como filetes de pavo asado, ensaladas de hojas verdes o pescados no grasos a la parrilla. Servir bien frío entre 10°C y 12°C.